Los juguetes sexuales son una herramienta maravillosa para explorar y disfrutar de tu sexualidad, pero es crucial recordar que, al igual que cualquier objeto íntimo, requieren cuidado y limpieza adecuados.
Los juguetes sexuales deben mantenerse limpios para prevenir infecciones bacterianas, virales o por hongos, y para conservar la calidad de los materiales. Diversos estudios han mostrado que una correcta higiene es fundamental para evitar complicaciones de salud relacionadas con el uso de estos productos.
1. Antes del primer uso:
Antes de utilizar un juguete sexual nuevo, es esencial limpiarlo adecuadamente. Algunos juguetes pueden contener residuos de fabricación o polvo, y limpiarlos ayudará a eliminar cualquier sustancia no deseada.
Sigue estos pasos:
a) Lee las instrucciones proporcionadas por el fabricante: Cada juguete puede tener diferentes instrucciones de limpieza, por lo que es importante leer detenidamente la guía del usuario antes de comenzar.
b) Lava con agua tibia y jabón suave. Asegúrate de cubrir todas las superficies y rincones. Evita el uso de productos químicos abrasivos o irritantes.
c) Asegúrate de enjuagar el juguete a fondo para eliminar todos los residuos de jabón. Los restos de jabón pueden causar irritación o infecciones si entran en contacto con tus genitales.
d) Deja secar completamente: Una vez limpio, deja que el juguete se seque completamente antes de guardarlo. Puedes utilizar una toalla suave o dejarlo al aire libre.
Evita guardarlo mientras todavía esté húmedo, ya que la humedad podría generar moho o dañar el material.
2. Durante el uso:
Durante la utilización de tus juguetes sexuales, ten en cuenta las siguientes pautas:
a) Utiliza lubricante adecuado: Si necesitas utilizar lubricante con tu juguete, asegúrate de elegir uno que sea compatible con el material del juguete. Los lubricantes a base de agua son generalmente seguros para la mayoría de los juguetes.
b) Mantén una buena higiene personal: Antes de utilizar tus juguetes, asegúrate de lavarte las manos y tus genitales adecuadamente. Recuerda que mantener una buena higiene personal es fundamental para evitar infecciones o irritaciones.
c) Utiliza pilas o baterías de calidad: Si tus juguetes funcionan con pilas o baterías, asegúrate de utilizar fuentes de energía de calidad y seguir las indicaciones del fabricante en cuanto a su uso.
3. Después del uso:
Después de cada uso, es extremadamente importante limpiar y almacenar tus juguetes de manera adecuada.
a) Limpieza posterior al uso: Lava tu juguete con agua tibia y jabón suave nuevamente. Asegúrate de prestar atención a todas las áreas y rincones, especialmente las partes que han estado en contacto directo con tu cuerpo o fluidos corporales.
b) Enjuaga bien: No olvides enjuagar bien el juguete para eliminar cualquier residuo de jabón. Recuerda que los residuos de jabón pueden causar irritación o infecciones si entran en contacto con las partes íntimas.
c) Secado cuidadoso: Después de limpiarlo, asegúrate de que tu juguete esté completamente seco antes de guardarlo. Colócalo en un lugar limpio y seco para que se airee adecuadamente.
4. Almacenamiento adecuado:
Un almacenamiento adecuado prolongará la vida útil de tus juguetes sexuales y mantendrá su calidad.
a) Manténlos separados: Almacena tus juguetes en bolsas o estuches individuales separados para evitar que se toquen entre sí. Esto ayudará a prevenir la transferencia de bacterias o daños a los materiales.
b) Evita la exposición directa al sol: Almacena tus juguetes en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa. La exposición prolongada al sol puede dañar los materiales y afectar su funcionamiento.
c) Comprueba las pilas o baterías: Si tu juguete utiliza pilas o baterías, retíralas antes de guardarlo para evitar posibles daños por corrosión.
d) Revisa regularmente: Realiza revisiones periódicas de tus juguetes sexuales para asegurarte de que no haya signos de desgaste, como grietas, roturas o falta de funcionamiento adecuado. Si un juguete está dañado, es importante reemplazarlo para evitar lesiones o infecciones.